Después de La Conquista de Tenerife, pocos fueron los
colonos que se establecieron por la zona S y SE de la isla. Aquí, la
tierra no ofrecía la fertilidad de las tierras del N, por lo tanto eran
de poco interés el que despertaban para su explotación agrícola.
Por 1500, año en que ya se tienen noticias de los
primeros asentamientos, en los lugares conocidos como Güímar de Arriba,
hoy Barrio de San Juan, y La Raya en el actual barrio de La Hoya,
lugares donde se establecen unos banqueros genoveses, los hermanos
Plumbino, situando a estos enclaves como los primeros núcleos de
población del actual municipio de Güímar.
La gestión exitosa de los genoveses, sorprendió al
propio Alonso Fernández de Lugo (Conquistador de la isla), quién se
arrepintió de haberse desprendido de aquellas tierras que en un
principio parecían improductivas.
Es a raiz de la gestión de los genoveses, cuando La
Casona comienza a tener una importancia socioeconómica y estratégica en
toda la zona del S y SE de Tenerife.
Es tal la importancia que adquiere la explotación
agrícola en el siglo XVI en este lugar, que genera un pleito entre los
hermanos italianos y el licenciado Don Francisco de Vargas y Vargas
Mexía, sobrino del conquistador de la isla de Tenerife.
Allá por el siglo XVII, la propiedad se convierte en
la mayor receptora de plantas y frutos tropicales, traidas de muchísimas
partes del sur de América y Las Antillas, para aclimatarlas en la
propia finca y su posterior traslado al resto de Europa.
Aún, en la actualidad la finca sigue conservando
algunas de las especies originarias de aquella época como son: los
aguacateros antillanos, pitangueros en sus tres variedades, canisteles,
pomarrosas, etc.
A mediados del siglo XIX la Casona se destina a Hotel
Balneario, ya que la propia finca contaba en su parte posterior, con
manantiales de agua caliente y fría.
A lo largo de su dilatada historia, podemos destacar
la importancia agrícola que siempre tuvo esta finca, ya que se puede
decir que en sus tierras se cultivó de casi todo, como caña de azúcar,
algodón, café, tabaco, plataneras, todo tipo de tubérculos, verduras,
árboles frutales, etc. La importante producción de cochinilla que en
aquellos momentos tuvo la propiedad, generó una importante demanda para
su exportación. Insecto de donde se extraían colorantes, cuya
elaboración se producía en la propia finca en su horno de secado, el
cual se conserva en la actualidad en su estado original.
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